Por: Jorge Jaime Valdez
“Antes que anochezca” es una película del pintor y cineasta Julian Schnabel basada en el libro homónimo de Reinaldo Arenas. Este libro autobiográfico fue publicado dos años después del suicidio en Nueva York del escritor cubano.
La cinta nos cuenta fragmentos de la vida del escritor disidente extraídas de su libro póstumo “Antes que anochezca” (Tusquets,1992); desde su infancia hasta su trágico final, marcado por la amargura, el resentimiento, la soledad y la enfermedad que lo consumía. Nació en San Isidro de Holguín en 1943, durante la dictadura de Fulgencio Batista, creció sin padre, como un guajiro (campesino cubano) cualquiera. Murió por decisión propia el 7 de diciembre de 1990, dejando una carta muy conocida para que no se culpe a nadie por su muerte (*).
Como tantos otros artistas tuvo una relación tirante, inexistente con su progenitor. Cuenta que un hecho que marcó su infancia fue cuando, una vez, un hombre muy guapo se acercó a él y le dio dos pesos, su madre, que estaba cerca, lo botó a insultos, tirándole piedras, con un odio contenido, llena de rencor y despecho, esa fue la única vez que vio a su padre. En su adolescencia comulgó con los ideales de la revolución cubana. De joven fue perseguido y encarcelado por su condición de homosexual y disidente durante el gobierno de Fidel Castro que solía decir “estas con la revolución o estas en contra” o “con la revolución todo contra la revolución nada”. Ya adulto y habiendo publicado “Celestino antes del alba”, se declaró abiertamente homosexual y opositor al régimen opresor Castrista. Es cuando empezó su tormento, fue perseguido y encarcelado en el Castillo del Morro, la temible prisión cubana, acusado injustamente de haber abusado de menores. Sobrevivió a duras penas escribiendo cartas de amor para los otros presos a cambio de cigarrillos y escribiendo cuanto pudo historias que serían publicadas posteriormente. Pudo fugar de la isla aprovechando la “Crisis de los Marielitos” en 1980, cambiando su apellido de Arenas a “Arinas”. En Estados Unidos en 1987 le detectaron SIDA y empezó a escribir su libro autobiográfico, antes de verlo publicado decidió quitarse la vida: “Me voy sin tener que pasar primero por el insulto de la vejez” escribió.
El filme, “Antes que anochezca” (2000) es un himno a la libertad, un grito desesperado contra la intolerancia, que cuenta con la formidable interpretación de Javier Bardem como el escritor cubano. El actor español interpreta a Arenas con una contundencia admirable, imagínense a ese macho ibérico, con pinta de boxeador, interpretando a un gay cubano. Parece una tarea imposible, pero Bardem nos demuestra todo lo contrario, convence con su perfecto acento cubano, con la delicadeza de sus movimientos corporales y con el notable parecido físico que logra. Fue nominado al Oscar por primera vez como mejor actor y ganó varios premios por su soberbia interpretación. Probablemente esta actuación sea la mejor de su carrera junto a “Mar adentro” (2004) de Alejandro Amenábar, donde interpreta a un tetrapléjico que lucha por acceder a la eutanasia en España después de vivir postrado en una cama durante casi treinta años; o a “Sin lugar para los débiles” (2007), esa gran cinta de los hermanos Coen, donde encarna a un psicópata y temible asesino que luce un peinado ridículo, que lo llevó a ganar su primer Oscar como Mejor Actor Secundario.
Esta biografía filmada (biopic para los gringos) ganó el Gran Premio del Jurado en el Festival de Venecia, fue filmada en México, obviamente porque el régimen castrista no hubiera permitido que la historia de un exiliado por su condición sexual, muy crítico de la revolución, torturado y vejado en la isla fuera rodada en esa Cuba idealizada por las generaciones que vieron nacer la revolución y congeniaron con sus ideales. Arenas a pesar de su talento publicó un solo libro en cuba, “Celestino antes del alba” (1967) que quedó en segundo lugar en un concurso literario, que debía haber ganado, como se lo confesó su admirado Virgilio Piñera (también homosexual al igual que José Lezama Lima) perdió por presión del régimen y de los otros escritores miembros del jurado procastristas como Alejo Carpentier.
El reparto cuenta con Sean Penn, Olivier Martínez, un jovencísimo Diego Luna, que se haría famoso después junto a Gael García en “Y tu mamá también” del multipremiado Alfonso Cuarón. Jhonny Deep que hace un doble papel, como Bon Bon, un travesti que saca los escritos de Arenas de la cárcel del Morro utilizando una cavidad nada convencional y como un teniente que humilla y tortura al “preso político” por su homosexualidad. También aparece, casi sin diálogos, el actor peruano Santiago Magill que interpretó a Joaquín en la adaptación cinematográfica de la novela de Jaime Bayly “No se lo digas a nadie” (1998) de Francisco Lombardi.
En una reseña es un lugar común hablar de la música, de la fotografía y del guion, pero en este caso creo que está plenamente justificado. El sountrack, riquísimo va desde el son cubano más puro, boleros, latín jazz, pasando por Benny Moré, Bola de Nieve, Bebo Valdés, Ernesto Lecuona hasta Lou Reed. Es decir, lo mejor de la música popular cubana de los sesentas y setentas está en la columna sonora, una delicia para cualquier melómano. La fotografía es muy buena e incluye extractos de documentales donde vemos episodios de la historia reciente de Cuba, vemos al líder cubano en sus multitudinarios discursos en la Plaza de la Revolución de La Habana que le da pinceladas de documental, y mejor el guion que recoge extractos completos de “Antes que anochezca” que le da un vuelo poético propio de la prosa cálida y llena de color de Reinaldo Arenas.
El diseño de producción, dirección de arte o puesta en escena estuvo a cargo de Salvador Parra. Artista mexicano que trabajó con grandes directores como Almodóvar y que estuvo aquí en Huancayo en un conversatorio organizado por la Universidad Continental hace un par de años. Salvador Parra estuvo a cargo de la dirección de arte de “Volver” (2006) de Pedro Almodóvar; “Arráncame la vida” (2008) basada en la novela de Ángeles Mastretta; “La fiesta del chivo” (2005) basada en la novela de Mario Vargas Llosa; “Manolete” (2008); “Soldado de Salamina” (2003) basada en la novela de Javier Cercas, entre otras importantes películas, también fue encargado del diseño de producción de la serie de Netflix, “Narcos”.
Finalmente, “Antes que anochezca” es un filme que nos acerca a la vida tortuosa de ese inmenso escrito cubano, homónimo de Reynaldo Arenas, el actor peruano que personificó a Túpac Amaru (1984) en la película homónima de Federico García. Si tendría que quedarme con un par de razones para ver esta película sería la actuación magistral de Javier Bardem y la poesía que destila por borbotones esta notable cinta.
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(*) Esta es la carta completa que escribió Reinaldo Arenas antes de su suicidio:
Queridos amigos: debido al estado precario de mi salud y a la terrible depresión sentimental que siento al no poder seguir escribiendo y luchando por la libertad de Cuba, pongo fin a mi vida. En los últimos años, aunque me sentía muy enfermo, he podido terminar mi obra literaria, en la cual he trabajado por casi treinta años. Les dejo pues como legado todos mis terrores, pero también la esperanza de que pronto Cuba será libre. Me siento satisfecho con haber podido contribuir, aunque modestamente al triunfo de esa libertad. Pongo fin a mi vida voluntariamente porque no puedo seguir trabajando. Ninguna de las personas que me rodean están comprometidas en esta decisión. Sólo hay un responsable: Fidel Castro. Los sufrimientos del exilio, las penas del destierro, la soledad y las enfermedades que haya podido contraer en el destierro seguramente no las hubiera sufrido de haber vivido libre en mi país.
Al pueblo cubano tanto en el exilio como en la Isla le exhorto a que siga luchando por la libertad. Mi mensaje no es un mensaje de derrota, sino de lucha y esperanza.
Cuba será libre. Yo ya lo soy